LO QUE NECOCHEA SE LLEVÓ

El plantel superior tuvo su viaje de pretemporada con el fin de terminar la puesta a punto y llegar al pico máximo de rendimiento físico. El lugar elegido una vez más fue Necochea. Con entrenamientos duros en la semana del 10 al 17 de marzo y con un amistoso victorioso frente a Tiburones se coronó un excelente viaje.
El arribo al predio de la mutual 15 de diciembre el domingo por la mañana permitió aprovechar al 100% el tiempo y desde ahí ya se comenzó con lo planeado: tres estímulos por día que incluían gimnasio por la mañana, trabajos en la playa o en los bosques a media mañana y por la tarde. Se subió claramente la exigencia del año pasado ya desde la comida y también en los trabajos físicos. Esa es una línea que se vio desde el momento en que se confirmó el viaje ya que se dejo en claro que solo quienes cumplieran con más del 60% de los entrenamientos podrían viajar. Se sumo el apoyo de la secretaria de deportes en todo momento y la primera gira que se hace con la doctora de la actividad quien estaba en permanente contacto con una nutricionista para que nada quede librado al azar. El partido del jueves dejó ver que lo trabajado hasta el momento puede dar sus frutos y también que cosas hay q corregir puertas adentro. El plan de juego se comienza a afianzar y a eso se apuntaba con la exigencia de esta semana de trabajo.
Por el lado de lo extra deportivo este tipo de viajes sirve para fortalecer la unión del grupo. Para que se conozcan los compañeros y colaboren en la convivencia grupal como también de cada cabaña que habitaban. Las charlas que se dan en estas ocasiones ayudan a conocer mejor a quien se tiene al lado y por lo tanto ayuda a la hora de pensar un proyecto colectivo tan fuerte. Sentarse a tomar mates y charlar con un compañero para conocer su historia de vida, juntarse a jugar a las cartas en los tiempos libres, rapar a los nuevos para hacer el clásico “bautismo” o hasta organizar una “escondida” en el complejo de cabañas parecen simples juegos pero siempre ayudan a ese ideal de estar consolidando un grupo de rugby y sobre todo un grupo humano genial, esa famosa familia que elegimos y que no es una frase vacía.
Por delante para cerrar la preparación quedan dos sábados de partidos amistosos y en mediados de abril ya arrancar el torneo. El saldo es por demás positivo en este viaje y difícilmente las ruedas que empezaron a girar puedan ser frenadas por inconvenientes que siempre aparecen en la ruta. Pero ¿que otra cosa es un camino si no una sucesión de hechos buenos y malos?