DEPTO. DE PREVENCIÓN: LA DEPRESIÓN

Está muy de moda, hace varios años, tildar de “depre” a cualquier persona que se muestre decaída, triste, etc. Por eso, creemos importante brindar este informe, con algunas reglas generales de la Depresión. Es importante consultar con un profesional idóneo en la enfermedad antes de diagnosticar esta enfermedad.

Síntomas de Depresión
Tristeza patológica
Se diferencia de la tristeza, que puede ser un estado de ánimo normal como la alegría, cuando alcanza un nivel tal que interfiere negativamente en la vida cotidiana, tanto en lo social como en lo familiar y lo sexual. Aparece sin motivos o tras un acontecimiento significativo. Es una sensación muy profunda, arrasadora. Tanto, que la persona se siente «en baja», tal como si hubiera perdido el sabor, el placer de vivir. Se considera incapaz de brindar amor o afecto, lo cual aumenta sus sentimientos de culpa. Un dato tremendo: el 15% de los deprimidos termina suicidándose.
Desgano y anhedonia
El sujeto se torna apático, no tiene ganas de nada (ni siquiera de vivir) y nada le procura placer.
Ansiedad
Es la acompañante habitual del deprimido, que experimenta una extraña desazón, como un trasfondo constante. .
Insomnio
Al sujeto le cuesta conciliar el sueño y, además, se despierta temprano y de mal humor. En algunos casos, que constituyen minoría, puede presentarse la hipersomnia (exceso de horas de sueño).
Alteraciones del pensamiento
Imagina tener enfermedades de todo tipo; surgen ideas derrotistas, fuertes sentimientos de culpa, obsesiones. El pensamiento sigue un curso lento y monocorde, la memoria se debilita y la distracción se torna frecuente.
Alteraciones somáticas
Por lo común surgen dolores crónicos o erráticos así como constipación y sudoración nocturna. Se experimenta una persistente sensación de fatiga o cansancio.
Alteraciones del comportamiento
La persona tiene la sensación de vivir arrinconado, rumiando sus sinsabores. Puede estar quieto, de manos cruzadas, o explotar en violentas crisis de angustia o en ataques de llanto por motivos insignificantes. Le resulta difícil tomar decisiones y disminuye su rendimiento en el trabajo.
Modificaciones del apetito y del peso
La mayoría de los sujetos pierde el apetito y, en consecuencia, provoca la disminución de peso.
Pérdida del placer
En lo sexual, se llega a la impotencia en el hombre o a la frigidez en la mujer; también disminuye y tiende a desaparecer el contento en el trabajo, en el deporte y en los juegos y otras actividades que anteriormente le eran gratificantes.

Culpa excesiva
Siente con exceso la carga de una culpa inexistente, lo cual puede desembocar en delirios.
Pensamiento suicida
Los sujetos presentan una preocupación exagerada por la muerte y alimentan sentimientos autodestructivos.
Disminución de la energía
Se produce un cansancio injustificado, a veces con variaciones durante el día, muy a menudo más acentuado por la mañana. Las personas afectadas suelen sentirse más fatigadas por la mañana que por la tarde.

Conductas que pueden malinterpretarse
Si hay un término de psicología que a veces se usa con demasiada ligereza es el de depresión, cualquier situación puede hacer que una persona diga “estas deprimido”. Al mismo tiempo hay conductas que pueden formar parte del comportamiento normal de un sujeto pero que a simple vista pueden parecer también un síntoma de depresión.
A continuación exponemos algunos comportamientos que pueden confundirse con depresión pero ser, en realidad, parte del temperamento de alguien o de otra condición.
Soledad
Algunas personas disfrutan mucho su tiempo solos y esto se puede deber a varias razones: ser introvertido (donde tal vez se disfruta más pensar que socializar) o puede tratarse de personas que evitan situaciones sociales porque han experimentado discriminación, exclusión o bullying. Hay individuos para los que estar aislados no es malo, especialmente si les va a ahorrar el ser desilusionados y estar incómodos socialmente.
No divertirse o emocionarse por cualquier cosa
Hay personas caracterizadas por su calma, casi nada los mueve o los saca de su estado relajado. Simplemente no son tan reactivos y no se mostrarían tan expresivos ante la noticia de un casamiento o un nuevo bebé. Las personas que son así pueden o no presentar depresión. Es clave considerar el estado de ánimo natural del individuo antes de asumir que está deprimido.
Interés en temas oscuros
Pueden haber sujetos que se muestran interesados en la muerte, en los desafíos de la vida, en la tribulación o el dolor, incluso hay personas a las que les gusta escuchar canciones tristes (o “corta venas” como se diría en algunos lugares) u oscuras. De nuevo, esto no quiere decir que una persona este deprimida.
Conductas emocionales o reactivas
Este punto se relaciona con el anterior, ya que las personas que son pensativas y reaccionan sólo cuando es necesario, suelen percibirse como pesimistas o deprimidas.
Irritabilidad
Este es uno de los síntomas más relevantes para el diagnóstico de depresión. Pero la irritabilidad puede deberse al temperamento y no a un estado de ánimo deprimido. De nuevo, recordemos que es importante tener en cuenta la personalidad del sujeto.

Madurez o conductas serias
No todos maduramos al mismo ritmo, a algunos les toma un poco más de tiempo que a otros volverse adultos. Los pares de las personas que actúan con madurez a veces se refieren a ellos como “deprimidos”, “viejos” o “pesimistas”. Las conductas maduras pueden ser fácilmente confundidas con depresión o pesimismo. Como hemos visto, es importante siempre tener en cuenta la conducta normal del sujeto antes de hacer un diagnóstico. Aparte de estas conductas, hay algunas condiciones cuyos síntomas también pueden ser confundidos con los de depresión como el hipotiroidismo, los niveles bajos de azúcar, la deficiencia de vitamina D y la deshidratación, entre otras.

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