NADA MÁS CONTAGIOSO QUE LAS EMOCIONES
Fueron un plantel dispuestos a darlo todo para conseguir ese triunfo para el equipo. Y detrás el poder de miles de hinchas alentando a sus colores, ellos también jugaron su partido, fueron protagonistas y locales en la noche de Quilmes.
¿Cuántas veces hemos oído expresiones como: “El fútbol es un estado de ánimo”? Efectivamente no hay nada tan contagioso que las emociones. La gente de Camioneros arropó y transmitió desde las 18 el aliento y darle alas para que alce el vuelo. El sueño de un deportista es conducir a su equipo a la victoria y ofrecer ese regalo a los hinchas y éste equipo consiguió quedar a las puertas de la clasificación y sintieron el apoyo de estos, su cariño y su alegría. Son muchos los jugadores los que afirmaron que es uno de los mejores recuerdos que se llevan de su etapa en actividad. ¿Y saben porqué?: porque tuvieron en claro el compromiso con la filosofía de juego, entrega absoluta y esfuerzo total en entrenamientos y partidos, sudaron la camiseta hasta el final. No rendirse jamás, jugar con el corazón, con la mente despejada y centrada en realizar una proeza que por el «código penal» no se dio. La gente, las familias, los deportistas de Camioneros, mostraron el respeto por las normas y los valores del club, que se impliquen en la historia del mismo, conociéndolo. Y una imagen impecable tanto dentro como fuera del terreno, con los medios de comunicación que reflejaron un evento deportivo y la Fiesta Camionera, con las familias ayudando a que den su mejor versión, pero desde el apoyo, el cariño y las buenas maneras. Recordemos siempre que somos responsables de lo que transmitimos. Y qué mejor manera de inspirar a un equipo que con alegría, aliento, respeto, emociones positivas y mucha fuerza.
Aquí está la grandeza del deporte. Esto es lo que nos enseña. A superarnos a nosotros mismos, a seguir trabajando con la frente muy alta. Así lo hizo Camioneros y así continuará…