¿SEGURO…VAS?
La ruta estaba tremenda y la lluvia no tenía piedad…a 170 kilómetros de Venado Tuerto, una Fiorino se había estrellado contra un árbol, de la mano nuestra, creemos intentando superar a un camión que estaba volcado en un costado. Hay dos muertos (nos dijo la cajera autoservice del Automovil Club) donde nos detuvimos esperando que reabriera el camino cortado, mientras sonaban las sirenas de los bomberos. El partido era a las 21. De repente suena el celular y una voz pregunta como estaba organizado y si efectivamente se jugaba a las ‘9’ o ‘9.30’. Y sorprendido atine a contestar «es a las 9…pero..¿vos venís? hoy es 20 de noviembre. -Por supuesto, soy Camionero primero que nada- Miré la ventana, el diluvio no cesaba y pensé, «ojalá estos pibes ganen hoy, no pueden fallarle a éste tipo, que tiene mil kilombos y se hace 4 horas, cortando clavos para llegar hasta ahí…»
La cancha estaba buena y repleta de ilusiones por pasar de fase, ganar era lo único que nos servía para acercarnos un poco. Perdimos 4 a 0 y con baile. Claro que no era la primera vez que había visto una situación semejante, pero ésta fue diferente, dura, triste y falaz. Alguien me comentó que «se rajó antes, no aguantaba más…». Nos fuimos solos, a un hospedaje de cuarta, (un baño, un espejo, la cama, el enchufe y nadie más) a escribir y retumbaba la pregunta ¿Seguro vas? y la respuesta era un latigazo que los que no saben de fútbol no lo podrán entender jamás, porque hablan otro idioma, porque se rigen con otros parámetros (ni mejores ni peores, distintos) «Por supuesto, primero soy Camionero». Hoy, caminando solo bajo el solcito del predio, observando los caminos nuevos, las maquinas que no paran, los ladrillos que se apilan y los miles de sueños que se multiplican a diario, empecé a recordar todos los momentos increíbles vividos, pero no, aquellos que transmiten la satisfacción de ver una vuelta olímpica de los chicos en el exterior, del llanto compartido al ver sus caritas, sino esos, donde se empezaba a gestar este ‘milagro inducido’ por alguien a quien pocos conocen realmente y con quien nunca compartimos una caminata charlando de otra cosa. Nos causa gracia saber que en su cabeza, hablando del club, nada es imposible, hasta lo que parece irreal. Hablando con Nazar nos comentaba de aquellos reportajes, en canchas inóspitas, hace casi una década y pasó Mercedes, Chivilcoy, Rio Cuarto, Mendoza, Salta, Entre Rios, Aconquija, donde decir Camioneros (era inédito en deportes) fueron alguno de los miles de kilómetros que a través de una pasión, de unos colores, de un sentimiento que defendimos…(aún más que los que circunstancialmente estában adentro y algunos afuera, también… porque no decirlo). Las obras que miramos aquí, están y quedarán por siempre, pero te merecés otra cosa: Un Ascenso. La palmada, la conveniencia, el humo y el poder… no te calzan. Si pega en el palo y entra, muchos seremos felices. Aquellos que sentimos lo mismo… Ojalá se de, total vos… seguro vas!..¿no?.