UN PARTIDO CHATO Y UN EMPATE JUSTO

El torneo va entrando en su etapa definitoria, es el momento donde nadie regala nada y donde se ve quien tiene cuerda para aspirar a más y quien se conforma con lo realizado. Newbery y Camioneros repartieron honores en Junín y el resultado se ajusta a lo visto en cancha del Aviador. En un partido ardorosamente disputado, con mucha fricción e impresiso por ambos lados. Muy pocas veces combinaron tres pases seguidos. El local bajo la conducción de Guglielmo, que le manejó el medio juntamente con Cristian Pontillo y algunas pinceladas de Gatica, tenía el objetivo de romper el pressing visitante, tirando a Alfonso y Quinteros rotando por todo el frente de ataque. Claro que su avanzada resultaba estéril cuando, como en un embudo, caía en la firmeza de Grgona y Lozano. En tanto que la visita movió su estructura del miércoles en Pergamino realizando cinco (5) cambios debido al desgaste de haber jugado 4 partidos cada tres días. No está mal el concepto, lo cierto es que el equipo no rindió de la misma manera. Lo mejor de Camioneros se vio en el primer tiempo con un par de jugadas como para ponerse en ventaja, sobre todo un remate de Villalba de derecha que cruzó todo el arco y Leo Lenciza ingresando por detrás no llegó a empujarla. Claro que Newbery tuvo lo suyo cuando una guapeada de Quinteros dejó solo en el anticipo a Gatica y el puntazo de éste dió en el caño derecho de Eliciery. En el segundo, el que agarró «la fusta» fue el Juninense, se adelantaron los volantes, tuvó mayor participación Labbate (otro buen jugador) el DT. Nuñer incluyó a Quevedo para intentar ser más punzantes, cosa que consiguió, apretando a Camioneros pero generándole pocas opciones reales como para quedarse con el triunfo. Sin embargo un mano a mano de Fischer, que apareado por Gimenez, cayó en el área pudo transformarse en gol, pero no lo fue y tampoco penal. Por eso la igualdad le calza justo al encuentro y ambos quedaron dentro del lote de los cinco, primer objetivo planteado.