¿ SE PODRÁN MIRAR AL ESPEJO ?

EDITORIAL: Quedó demostrado que a las palabras se las lleva el viento. Que aquello que nos inculcaron de pibes, acerca del valor de un compromiso adquirido no era necesario refrendarlo en un papel, fue dilapidado por algunos, que por defender su «Quintita» no les interesa sacrificar la voluntad de otros miles. Esto va a colación de la injustificada y arbitraria medida que le priva a las divisiones inferiores de CAMIONEROS poder participar del torneo de AFA CD en ésta temporada, argumentando cuestiones banales, superfluas y puramente técnicas, sin reparar en las cientos de razones que habilitarían a nuestra institución a competir, con creces, en dichas categorías. Ya lo sufrimos con el Torneo Argentino, donde defendimos nuestros derechos dentro de la cancha, pero que al ver el poco sustento estructural de muchos equipos, que terminan desertando por no poder hacer frente a los compromisos o se van desmembrando paulatinamente rescindiendo los contratos. Porque la competencia a nivel nacional es exigente e impiadosa, también nos «bajaron el pulgar» en forma dictatorial e injustificada de una invitación que se efectuó con otros equipos sin los mismos pergaminos deportivos. Así se manejan algunos estamentos del fútbol hoy, muy emparentados con los celos, las envidias y los intereses personales, por encima de miles de chicos que, a través de las palabras «empeñadas» fueron probados en nuestra institución para poder jugar al fútbol. 4000 deportistas en total (incluyendo los torneos internos) todos los fines de semana, ataviados con su uniforme, sus viandas, micros de primera, elementos para competir, profesores idóneos, canchas en impecable estado, instalaciones de primer nivel en Argentina, mucha asistencia social a nivel psicológico y familiar. Todo eso es CAMIONEROS, sin embargo lo equiparan con potreros, canchas sin agua siquiera, equipos que no pueden «juntar» 11 o instituciones que suspenden sus partidos por falta de logística adecuada. CAMIONEROS seguirá por ésta senda, la que trazaron sus dirigentes, la de ayudar a construir una sociedad sana, sin egoísmos, ni mezquindades. Quizás a través de los años podamos ver en algunos otros dirigentes la misma respuesta, pudiéndose mirar al espejo y respetando la palabra. (dg)