MARTÍNEZ DA LA CARA

QUIERE VOLVER A PELEAR, LANZANDO EL DESAFÍO.
“Sueño con el título mundial y
en 2012 me la voy a jugar”
-¿Qué es de tu vida, Epi?, ¿qué te pasó en estos últimos meses? ¡andás medio perdido desde hace tiempo!
-Estuve algo separado del boxeo porque la derrota con Diego Ledesma (N. de la R.: el 4 de junio del año pasado en Caseros) me bajoneó un poco. Pero como dicen los peronistas, la única lucha que se pierde es la que se abandona. Y acá estoy nuevamente de pie, siempre entrenando en la parte física.
-¿La única causa de tu salida del boxeo fue por esa derrota?
-No, además, tuve la mala suerte de que por distintas razones me suspendieron dos veces la operación del tabique nasal que me impedía respirar correctamente. Así que estuve dos meses parado por esa causa más otros dos meses para recuperarme. Y eso, sin duda, también ayudó a que estuviera tanto tiempo fuera de los rings, le dijo a gancho y cross.
–Pero, ¿no estuviste a punto de combatir?
-Sí. Esperaba hacerlo antes de fin del año pasado o a principios de este pero por estas razones físicas se prefirió que esperara recuperarme del todo para volver. Pero ya tengo ganas de estar arriba de un ring y extraño volver a calzarme los guantes porque es lo que me gusta y más sé hacer.
-¿En qué peso estás encuadrado por este tiempo?
-Estoy un poco arriba de los welters. Eso es lógico porque hace tiempo que no combato. Pero fijate que en mis últimas cuatro peleas di 66 kilos y fracción. Y ese es mi objetivo, seguir combatiendo entre los welters ya que tengo en mi poder los títulos Mundo Hispano del CMB y FIB de ese peso y quiero defenderlos dentro de este año, porque me intimaron para que lo haga (N. de la R.: no lo trata de retener desde septiembre y diciembre del año pasado, respectivamente).
-¿Dónde estás entrenando actualmente y cómo se compone tu equipo de trabajo?
-Estuve ayudando a Jeremías Castillo en el gimnasio Ferrobaires de Constitución y actualmente, me da una mano Alberto Zacarías, con quien estoy entrenando en su gimnasio de Rafael Calzada, cerca de mi casa. Por otra parte, estuve yendo a la FAB para que me vea Alberto Coca Andrada, mi DT y mi amigo, un ejemplo de entrenador, quien me dijo que si no me veía entrenar no me conseguiría peleas. Así que allá fui. La idea, entonces es estar en el festival del 10 de febrero de Mar del Plata, donde Luis Lazarte tratará de recuperar la corona del mundo. Estoy ilusionado y espero que se pueda concretar.
–Estás en un momento crucial de tu carrera, ya que obtuviste varios títulos regionales, combatiste en EE. UU. y fuiste retador mundialista en 2010, cuando caíste con el esloveno Jan Zaveck: ¿dónde encontrás la motivación para volver luego de una inesperada derrota?
-Sueño con ser campeón mundial y este año creo que volveré a tener otra oportunidad. Sé que los actuales campeones welters son muy picantes, basta con recordar que uno de ellos es Floyd Mayweather Jr. y Manny Pacquiao, con quienes no me puedo comparar ni ahí. Pero si Zaveck fue campeón y yo demostré que no estuve tan lejos. Ahora se lo sacó Andre Berto, quien a su vez había perdido con un superliviano como Víctor Ortíz…Yo me enfrento a cualquiera y si tengo la chance, me la voy a jugar. Olvidate.
-A nivel argentino y sudamericano también tenés para entretenerte entre los welters: Saldivia, Luján, Abregú y Chaves…¿Tenés chances ante ellos?, ¿intentarías pelear con alguno antes de lanzarte fronteras afuera?
-Se habla mucho de ellos. Estando bien del físico y de la cabeza, chances tengo frente a todos. Todos tenemos dos manos y tenemos una buena experiencia. Abregú, Saldivia y Luján pelearon varias veces en el exterior y ganaron. Y Chaves tiene lo suyo. Yo, afuera no gané, salvo en Uruguay, pero no ante rivales fuertes. Pero si los enfrento, me tengo fe de obtener un resultado positivo, eh.
-En resumen: el año 2012 lo vas a utilizar para darle con todo hacia adelante y comprobar hasta dónde podés llegar…
-¡Si: como dice el refrán,  plata o m…! 2012 tiene que ser el de mi despegue definitivo. Por eso para quien quiera retarme, que me llame al 1535526…(N. de la R.: tenemos su número de celular completo). Lo que voy a hacer es, como siempre, levantar la barrera y seguir adelante. No queda otra.