RUGBY: UN FESTIVAL INIGUALABLE EN ESCOBAR

En el predio que Camioneros posee en Escobar se vistió de rugby para albergar al Rugby Social Metropolitano 2017, en una jornada increíble que quedará para el recuerdo de todos los que participaron.
Todo comenzó a las 8am cuando los micros de infantiles y juveniles del club, con más de 250 chicos, salieron en caravana desde el predio de Camino de Cintura donde se entrenan las inferiores. Los primeros en entrar al vestuario a cambiarse y salir todos de verde hasta la cabeza (literalmente) fueron las infantiles. Y así empezó a desatarse esta locura. Una increíble jornada de rugby donde se pudo recibir a la tira completa del propio club y a más de 500 chicos de distintos clubes (Martina Céspedes, Escobar, Malvinas, Malvinitas, Lomas, V31, Rossi entre otros). Difícilmente los jóvenes que asistieron al evento puedan borrar de sus memorias este día. El predio se llenó de vida y deporte en un ambiente sano y familiar, ya que además de poder recibir a los jugadores también pudieron asistir infinidad de familiares para acompañarlos y alentarlos. Cabe destacar que el marco fue impactante no solo por la cantidad de gente sino también porque en ningún momento el predio y la organización se vieron desbordados, todos los chicos pudieron jugar cómodamente, bañarse sin problemas y disfrutar de un gigantesco tercer tiempo. Y así mismo los que acompañaron pudieron disfrutar del sector de mesas y parrillas y disfrutar de un día al aire libre en familia.
Fue tanto lo que ocurrió durante el día que por momentos daba la sensación de estar en uno de esos festivales de música enormes donde no se sabe en que “stage” quedarse por miedo a perderse de otra cosa. El sector del fondo con sus dos canchas fue para las juveniles, al costado de la cancha 1 donde juega la primera se ubicaba la cancha oficial de infantiles y hubo que marcar con conos otra más al lado y en el sector de adelante se destinó para los más chiquitos de la escuelita. Las horas volaban de tanta actividad y cuando empezó la desconcentración de gente parecía increíble que todo eso haya sucedido en siete u ocho horas y que lo haya podido organizar un solo club. Si bien el predio quedó obviamente vacío cuando empezó a caer la tarde no caben dudas de que el rugby pisó fuerte y que llegó para quedarse.