FRANCIA – DÍA I: «NO SE EXPLICAR LO QUE SENTÍ CUANDO SUBÍ AL AVIÓN»
Una historia más, en 9 años de vida. Otra que «pinta» de cuerpo entero lo que significa, mediante el deporte, la función social desarrollada con ahinco, con PASIÓN POR LOS COLORES. Cristian es un pibe de 14 años, que nunca había salido de la república Argentina, y muy pocas del conurbano bonaerense, si apenas se dio el «lujo» de irse de vacaciones a Formosa o Misiones, ahí donde viven algunos familiares cercanos. Cristian vive en Moreno del barrio Marilo, con su Papá (el sostén de la familia) y Mamá, tiene tres hermanas (Yanina, Yolanda y Maria), ya casadas. Su pasión es jugar al fútbol y un día de Octubre, le avisaron que cerquita de su casa, en una canchita, raleada de pasto, CAMIONEROS iba a realizar una captación de jugadores para integrar sus planteles juveniles. –«¡Y bueno, yo voy y veo que pasa!», dijo, cuando le avisaron por teléfono. Tuvo que pasar un filtro importante, sortear obstáculos y seguir «dibujando» fintas por las bandas «es un buen carrilero, rapidito, tiene personalidad y se suma muchas veces al ataque. Fue una buena incorporación», señalaba su técnico, Juan Iturria. Cristian estudia en la escuela 72, segundo año nacional y luego se se toma un micro en Moreno (que le pone el club a varios jugadores) y tras dos horas de viaje, llega al predio. CRISTIAN GONZALEZ, otro chico tocado por la «barita mágica» del club que ahora descansa tras 14 horas de viaje en el avión de AIR FRANCE, que lo depositó, junto con 25 juveniles más, en el Aeropuerto de Paris-Charles de Gaulle, también conocido como Aeropuerto de Roissy, localizado en el área metropolitana de París, almorzó en el restaurate latino La Bocca y ahora está en el lujoso hotel Novotel Porte d’ Orleans, supervizado en persona por el Presidente PABLO MOYANO, que está hasta en los detalles ínfimos. «Estoy recontento, nunca subí a un avión y me agarró una cosa en el estómago…que no se como explicarla. Por suerte siento a mis compañeros como mis hermanos, me han ayudado desde que llegué al club». Maxi tiene muchos sueños por cumplir, jugar al fútbol en un torneo internacional, llegar a una primera división, porque no… ser Seccionado Argentino, pero además adquirir conocimientos, desarrollarse en lugares emblemáticos de la cultura universal, quizás conocer la Torre Eiffel, caminar por los jardines de Luxemburgo, observar las obras maestra por el museo de Louvre, pasear por Champs Elisées y conocer el ‘porque’ del Arco del triunfo. Estamos en París, la ciudad más visitada del mundo, con la fama de sus monumentos, su historia, el patrimonio cultural de la humanidad desde Napoleón hasta la revolución francesa, desde el palacio real hasta Montmartre…todo eso para descubrir y facinarse mientras el fútbol une corazones y ambiciona otro logro para CAMIONEROS, pero que ya consiguió el TITULO MÁS IMPORTANTE, el brindarle a otra delegación Argentina la posibilidad de enriquecerse a tráves de la cultura y eso…se lo agradecerán toda la vida.