DOBLE CAMISETA
EDITORIAL: Pasarán los años y éstas líneas se convertirán en un boomerang, porque seguramente los roles se verán invertidos. «¡No me pregunten que es lo que voy a hacer, pero en ese partido yo no quiero estar, ¡Que empaten!», dijo un 15 de Diciembre de 2014 Hugo Moyano. Cuando imaginó un encuentro entre Independiente y Camioneros en Primera División. Y así cada uno de nosotros, que éramos de Boca, San Lorenzo, Racing o River solamente. Pero desde el avenimiento de éste emprendimiento, que nació como una idea para los trabajadores de un gremio popular, que fue abriéndose a la comunidad toda y fue incluyendo a todos: chicos de distintas edades, clases sociales sin distinción de colores ni banderías políticas, simplemente brindando una función social. Cambiar ese «mote duro» del que nos quisieron encasillar y sentenciar injustamente, al otro curioso, simpático y solidario. Hubo una «movida» base y continuada al pie de la letra, pero interpretada y ramificada por cientos en todo el país. Primero en el reconocimiento de aquellos, con quienes nos encontrábamos en cada ruta, en cada cancha. Comentando los partidos, los combates de boxeo, el torneo de los trabajadores compartiendo un mate o un almuerzo y ese vínculo se fue haciendo una buena costumbre. El convivir nos hizo entender, que esa semilla iba mucho más allá de un resultado deportivo. Por eso los polos se fueron inviertiendo y cuando veíamos llegar al presidente Pablo Moyano en las canchas más inóspitas de la Argentina, (¿Seguro vas?… Y ahí estaba, pegado al alambre. ¡Increíble!) – sentíamos que había un motivo más para empujar y hacer girar la rueda. Las cosas fueron mutando lentamente y si bien uno no puede olvidarse del «primer amor», empezamos a coquetear con otros colores que fuimos adoptando como propios, al ver a nuestras familias ir acoplándose al sueño y a nuestros hijos calzándose la Verde. Ya las «cargadas» no sonaban agresivas sino parte del folcklore. Si!, Erámos los «doble camiseta», y la otra tomaba forma llenado estadios y cruzando micros con abrazos sinceros. Esto es el club hoy y estamos «olfateando» que en unos años, doblegando esfuerzos y cosechando la siembra, aquellos que van transitando la ruta desde pibes, con la de Camioneros en el pecho la adopten como «su» primer amor y entónces ni siquiera aquellos que pergeniaron este sueño, tendrán noción de semejante obra. Eso sí, ya no se conformaran solamente con el empate…porque irán por más, a lo CAMIONERO!… (DG)
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Es nuestro deseo que en éstas fiestas las compartan en familia con Salud, Paz, Trabajo y mucho Amor. FELICIDADES!