ALIMENTACIÓN Y ENTRENAMIENTOS SENCILLOS

“Desde Enfermería tenemos un papel primordial a la hora de dar educación para la salud a la población y, entre otros muchos asuntos, la alimentación y el ejercicio son dos de las ramas más importantes para lograr una salud óptima y prevenir posibles enfermedades derivadas de una mala conducta. En momentos como estos, en los que es más probable que surjan periodos de ansiedad o la pereza nos gane, es necesario que tengamos unas pautas establecidas como realizar las cinco comidas recomendadas al día para así evitar picoteos a destiempo o planificarnos determinados ejercicios para evitar el sedentarismo”, destaca Florentino Pérez Raya, presidente del Consejo General de Enfermería (CGE).

Bien es cierto que, si ya de antes se tenía una base saludable en lo que a alimentación y ejercicio se refiere, durante este encierro será mucho más fácil sobrellevar las posibles ansiedades. De lo contrario, si no existía una rutina, este será un buen momento para pautarla y terminar el aislamiento con un buen aprendizaje en este aspecto.

“Esta circunstancia no tiene por qué suponer un cambio en nuestra alimentación, pero hay mucha gente que no está acostumbrada a estar tantas horas en casa y, además, ocurre que es una imposición y no una decisión. Cuando algo así se hace porque se quiere no produce ansiedad, pero como es algo impuesto es cuando se nos rompe el hábito y cambiamos nuestra rutina. Es una forma de evasión”, afirma Marilourdes de Torres, delegada de Nutrición del CGE.

Ailsamiento Covid-19: «Hay que coordinarse un plan de vida durante el encierro»

Alejandro Blanco, enfermero experto en Enfermería del Deporte, puntualiza que hay que diferenciar entre actividad física (tareas que se hacen cotidianamente como recoger, hacer la cama, limpiar…) y ejercicio físico, que debe ser programado. “Lo más importante es hacerse un plan e intentar crear una rutina. Es decir, planificar hacer ciertos ejercicios para tener un beneficio en mi movilidad o conseguir un incremento de la salud musculoesquelética”, explica Blanco.

Él es consciente de que vencer la pereza es muy complicado y por eso considera que es imprescindible crearse unos hábitos. “La gente que hace ejercicio todos los días es porque tiene la rutina y cuando no lo hace le falta. Entonces, se puede empezar con menos tiempo e ir subiendo a lo largo de los días. Los que tienen material y ya tienen la costumbre de hacer ejercicio estos días lo tienen más fácil, lo más complicado vendrá con esas personas que tengan cierta edad y suelan salir a darse paseos un poco largos, que ahora no pueden”, afirma el enfermero, que reconoce que son ellos los que deben programarse unos entrenamientos sencillos, pero eficaces.

De Torres, también coordinadora del comité científico de la Asociación de Enfermeras de Nutrición y Dietética (Adenyd), pone como primera condición para una buena alimentación “hacerse un plan de actividad, con unas horas para comer y conseguir así un plan de vida durante el encierro”. En este sentido, a la hora de ir al supermercado a hacer la compra, es importante llevar una lista con los productos que hay que conseguir. “Esta lista debe tener fruta, hortalizas, pasta, arroz, patatas, huevos, legumbres, pescado, carne (fundamentalmente carne blanca y la carne roja una o dos veces por semana) frutos secos, aceite de oliva y lácteos -como yogures y leche- porque, además de ser saciantes, aportan una proteína de alto valor biológico”, señala De Torres, que también puntualiza la necesidad de beber agua o infusiones sin azúcar durante todo el día.