VIEDMA: UN CAMIONERO NUNCA TE DEJA DE A PIÉ

Desde hace décadas, la logística ha sido un factor importante y el desembarco de nuestra institución en su excursión a Viedma, para jugar frente a Sol de Mayo, tuvo una experiencia que merece ser contada, sobre todo en el tramo final del viaje. Más allá de lo que fue la llegada del plantel, que requirió un trabajo previo de organización, para poder unificar a todo el equipo en un sólo lugar, los traslados en combies, las meriendas y almuerzos (que dicen fueron de excelencia), se sucitó una situación totalmente inesperada en el regreso y merece ser destacada como tal: Pasadas las 14,12 del lunes, en el Aeropuerto Gobernador E. Castello, la empresa Austral líneas aéreas, notificó a éste escriba, que el vuelo AR 2631 sufría una demora de 2 horas. Alrededor de las 15,40 el plantel (que pernoctaba en el hotel Austral), también arribó a la estación aérea. Claro, ahí se enteraron de la demora. La sorpresa se acrecentó cuando de los parlantes, 40′ después, una voz «cálida y amable», informaba que el vuelo había sido ¡Totalmente Cancelado!. ¿Y AHORA…?.
Pués un exámen y otra prueba que 5 dirigentes del club, ahora, viajando permanentemente con el equipo, debían solucionar YA, obviamente con el contacto Directo con el Presidente, quien monitoreaba cada movimiento. Primero acercarse a la ventanilla para interiorizarse que, por inconvenientes climáticos y reclamos gremiales, los aviones desde Aeroparque Metropolitano, no saldrían. Luego, hablar con alguna compañía de Micros que tuviera disponibilidad y combinara temas comerciales con quien siempre traslada al plantel. Tras cartón, conducir a la delegación completa (37) hasta un lugar para que pudieran merendar y a su vez distribuir la tarea para conseguir viandas, para la cena y el desayuno en el supuesto caso que ese «bendito» micro apareciese. Pués todo se fue dando en forma concatenada. Llegó la autorización para un micro acorde, la hora de salida pactada: 20 hs., Arribaron las Combies para trasladar al grupo, se adecuó la confitería para recibir, así de «sopleton» a todo el Malón. Las viandas comenzaron a cocinarse, las bebidas fueron llegando y un «ejercito» de colaboradores, locales y foráneos, mientras el tiempo pasaba y se hacía más llevadero. Desde las 20 en la plaza principal, con una brillante predisposición de todos, entre chistes, truco y buena Onda, fueron subiendo para compartir una experiencia, que por suerte, pero FUNDAMENTALMENTE, por saber de que se trata, supieron capear. Nosotros podemos transmitir ésto porque fuimos partícipes del viaje, del cual agradecemos esa deferencia, como un eslabón más dentro de ésta cadena.
Luis Córdoba, Walter Medina, Hugo Charrute, Miguel Ocampo, Cristian Céspedes. Acompañaron al equipo y sortearon un problema que, ahora se cuenta como una contingencia superada, pero que fue mucho más difícil de lo imaginado. Otra vez Pablo Moyano puede estar tranquilo que la gente elegida responde cabalmente a lo designios del que encabeza éste club y que jamás se bajan de su responsabilidad sino, que como Camioneros que son, tienden una mano, te incluyen y te dejan arriba….